El Mola Mola —también conocido como pez luna— es una criatura extraña. Es grande, lento, casi sin defensas. No tiene camuflaje especial ni velocidad. No tiene veneno ni dientes afilados.
Su gran tamaño lo hace poco práctico para depredadores, no es invisible pero tampoco apetecible.
Para comer flota, abre la boca, llega la comida y traga. No necesita perseguir ni hacer un gran esfuerzo energético. Deli.
A simple vista, parece un error evolutivo flotando en el océano. Pero ahí sigue. Ha sobrevivido al menos 45 millones de años, según el registro fósil.
A veces basta con no estorbarle al entorno.
Y que el entorno no estorbe.
Si la evolución premia la compatibilidad…
¿Cuál es la incomodidad que realmente aporta? ¿Dónde poner los ojos y el esfuerzo?
Más sobre capacidad adaptativa en equipos: https://disruptia.co/capacidad-adaptativa/
La paradoja de la incomodidad (2/2)
El tigre dientes de sable (Smilodon fatalis). Complejo, musculoso, especializado. Sus colmillos podían medir más de 20 cm. Su mordida estaba diseñada para cazar bisontes y perezosos gigantes.
Rey del Pleistoceno. Sabía incomodarse y sobrevivir en entornos hostiles.
¡El terror del momento!
Pero el entorno cambió.
Las presas se extinguieron o migraron
…y el Smilodon no pudo adaptarse.
Demasiado bueno para un mundo que ya no estaba.
Crecer, tener experiencia y dominar la incomodidad en un entorno, no siempre garantiza la adaptación de las especies, ni de los individuos, ni de las organizaciones. 🙁
El tigre dientes de sable no sobrevivió.
Ni su linaje (no es pariente directo del tigre actual).
Si la evolución premia la compatibilidad…
¿Cuál es la incomodidad que realmente aporta? ¿Dónde poner los ojos y el esfuerzo?
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